El gordo
El gordo como había sido apodado por el forense, acababa de llegar a la morgue, su obesidad mórbida le impedía entrar en la cámara frigorífica. El forense era un hombre algo peculiar, obviando su humor negro y su manera de relacionarse con la muerte era de esperarse cualquier broma o eso pensaba su ayudante quien era apenas un joven aprendiz. Decidieron ubicar el cadáver en una tina con hielo para el día siguiente realizar la autopsia. Antes de retirarse el forense decide invitar a manera de reto al joven a ver una película y comer algo de pizza en el salón donde se encontraba el obeso cadáver ´´el gordo´´ el aprendiz lo vio como una prueba puesto sabia la reputación de su mentor, acepta y se dispusieron a ver la película mientras comían. Al día siguiente retornan a su trabajo, deciden practicar la autopsia y fue el último día que dijeron en su vida la palabra gordo sin sentir un profundo terror en sus entrañas, puesto que el cadáver tenía en su interior restos de pizza.
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