Una familia unida

Había una vez una familia que vivía en una pequeña casa en el campo. Era una familia feliz y unida, pero pronto empezaron a suceder cosas extrañas en su hogar.

Un día, mientras estaban cenando, escucharon ruidos en el sótano. Pensaron que podría ser un animal, así que decidieron ignorarlo. Pero a medida que pasaban los días, los ruidos se hicieron más fuertes y más frecuentes.

Un día, el padre de la familia bajó al sótano para investigar y no volvió a subir. La madre y los hijos esperaron y esperaron, pero él no regresó. Finalmente, llamaron a la policía, pero cuando llegaron, no encontraron ningún rastro del padre.

A partir de entonces, la familia empezó a experimentar cosas aterradoras. Objetos se movían solos, aparecían sombras en las esquinas y se escuchaban voces susurrando en la oscuridad.

La madre estaba convencida de que había algo maligno en la casa, pero nadie le creía. Una noche, mientras dormían, despertaron sobresaltados por un ruido ensordecedor. Cuando salieron de sus habitaciones, encontraron a la madre suspendida del techo por una cuerda.

Los hijos huyeron de la casa y nunca volvieron. Nadie sabe qué sucedió con ellos después, pero se dice que la casa sigue siendo habitada por espíritus malignos que buscan su próxima víctima.